Driving backwards, wasting time.
Young love is ruthless, so learn to fly.
You taught me things I can’t forget.
Positions that I don’t regret.
I can’t walk away, and I can’t shake the taste.
Don’t write a word, 'cause I won’t reply, tonight.
Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el torpe del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños mandados y limosnas.
Diariamente, algunos hombres llamaban al hombre al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 400 reales y otra de menor tamaño, pero de 2000 reales. Él siempre escogía la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.
Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, le llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y este le respondió: Lo sé, no soy tan estúpido, vale cinco veces menos, pero el día que escoja la otra, el jueguito se acabará y no voy a ganar más mi moneda.